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      Reseña del libro "El Ataque de los Zombies (parte 1500)" de Raquel Castro

      Vladimir · Sunday, 27 November, 2022 - 16:24 · 5 minutes

    El ataque de los zombies

    El género de zombies en las producciones audiovisuales es una piedra de toque importante. Como quizá en otras épocas fue la ciencia ficción, género en el cual se podía disfrazar la crítica directa a las sociedades, aún en un mundo donde se enfrentaban distintas visiones de desarrollo. El día de hoy ante la aparente uniformidad de todas las sociedades, sin importar diferencias culturales, donde la visión económica impera sobre otras visiones y esa visión es la del capitalismo tardío, conocido como liberalismo, la crítica se refleja en producciones de muertos vivientes, infectados, hordas incapaces de razonar.

    Es piedra de toque pues si bien ya George A. Romero (Q.E.P.D. aunque su imaginario regresa de la tumba de vez en cuando) ya en los 60s y 70s creaba el género de zombies como una crítica a una sociedad demasiado cómoda en su consumo y su idea de civilización, el género regresa cada tanto con imágenes renovadas, pero quizá la misma crítica.

    En la literatura, justo por parecer un género menor, muy dado a la burla cuando pasan las oleadas de zombies, no suele reconocerse a las autoras que cultivan el género. Fuera de conocidos best sellers como Guerra Mundial Z, cuyo autor ni recuerdo su nombre pero sí está en mi mente la película basada en el libro, y el comic The walking dead que junto a la serie basada en el mismo encabezó una nueva oleada, el género se enfoca a las películas y ahora videojuegos.

    Raquel Castro es la autoridad en el género escrito de los muertos vivientes, infectados o como se les quiera llamar, me atrevería a decir que en el mundo pero lo cierto es que ignoro si habrá una autora que lo cultive con la misma dedicación.

    El ataque de los zombies (parte mil quinientos) a pesar de no ser una antología de puros cuentos de zombies, desde el título deja ver el doble punto de vista que tiene la autora sobre el género. Puede tomarlo tan en serio como para que titulen al libro, pero la parte de burla no queda fuera. El subtítulo se mofa de la sobre explotación del género que la autora utiliza magistralmente para hacer una crítica, ya no sólo en el nivel macro de economía y cultura, si no en las cuestiones más personales como la separación en una relación, el temor de no ser popular en la escuela o lo banal de no ser el principal en la película, uno de los miles de extras que deben morir para que el protagonista brille más.

    La antología cuenta con 17 relatos, algunos de ellos cortos como entremeses para no dejar a la lectora ni un espacio para descansar, el ritmo suele ser muy bueno para seguir la lectura. Textos entre el terror y la ironía. En varios es presente la primera persona como narradora, que muestra algunas de las ideas más divertidas e ingeniosas que la autora refleja en sus pensamientos propios. Varios de los textos muestran que también es una muy buena guionista para medios audiovisuales (incluso premiada).

    Los relatos de zombies están más alrededor de las ideas divertidas, la reflexión personal y la extrapolación infantil. Creo que los textos que si están perfectamente dentro del género de terror son los que se muestran más serios. En particular Tengo un secreto, aunque es un texto de fácil lectura que incluso las más jóvenes pueden seguir, se centra en una idea verdaderamente perturbadora de la infancia. Lo que puede parecer una prescripción médica en el niño que narra la historia, la sensación de que alguien de su familia es sustituido por un impostor, se torna una historia terrorífica con el dolor de la despedida de un ser querido como fondo sórdido.

    Pero se podría pensar que por ser una autora que gusta de trabajar el género zombie está muy alejada de la tradición literaria nacional, eso no es cierto. Por un lado tenemos muy presente que al aterrizar esas temáticas de zombies o ciencia ficción en nuestro país lo solemos hacer con humor, involuntario o completamente pensado, la autora no deja de estar en ese camino, pero va más allá del chiste fácil de hacer la versión mexicana como algo hecho con poco presupuesto y de forma consciente que seguro dará risa. La risa va a un nivel más fundamental y profundo, de lo que somos como personas. Esto además la inscribe en un panorama internacional, lo más universal es lo personal.

    Pero además tiene cuentos muy marcados en un a tradición literaria. El recado nos recuerda a Pedro Páramo y mucha de la literatura que narra episodios de la revolución. La saga de P. Espín y Gallinas aún en su tono satírico nos brindan tonalidades propias del realismo mágico latinoamericano (al menos así me parece, seguro atiende a mi ignorancia en varios asuntos literarios).

    El número que usted marcó... y ¿A qué le tienes miedo? mezcla con más claridad la temática predominante en los cuentos de zombies, las cuestiones personales, la despedida, el desapego pero lo ponen de una forma más seria, que como he mencionado es la receta de la autora para el verdadero terror.

    No deja de tener una marcada presencia la crítica de género (La saga incompleta de la piraña humana) que siempre se agradecerá en una autora dedicada a deconstruir los géneros televisivos tan anquilosados en la visión heteropatriarcal que patentan. No hay damiselas en peligro, hay mujeres conscientes de su situación, del peligro o incluso que vislumbran que, aveces, la cuestión más revolucionaria para una misma y el mundo es dejar de cumplir el papel esperado y dejar a que todo se haga polvo (El plan perfecto).

    Todos los cuentos valen la pena, pero una mención aparte merece a mi parecer ¡Música, maestro!, un relato divertidísimo que se encierra en los pensamientos hilarantes de la autora que seguro tuvo al viajar en el transporte público de la ciudad de México. Muestra una realidad desgarradora del subempleo nacional, de la falta de oportunidades y lo lleva a una imagen increíble y divertida. Quien lo lea no podrá volver a subirse al transporte público sin esbozar una sonrisa al ver las formas más novedosas de trabajar y afrontar la siempre difícil situación económica.

    Excelente libro para ir royendo poco a poco, como si fuera un cerebro y nosotros zombies hambrientos de las ideas de la autora.

    Reseña escrita para comunidad Cultura UNAM